El avance tecnológico ha transformado el mercado laboral a lo largo de la historia, desplazando algunos trabajos tradicionales, mientras da paso a nuevas oportunidades.

Ante esta situación, es interesante recordar algunos trabajos inusuales que desaparecieron debido a los avances tecnológicos.

Ascensorista: A principios del siglo XX, los ascensores manuales requerían operadores humanos. Esta ocupación empezó a declinar en la década de 1930 con la introducción de ascensores automáticos. Hoy en día, la figura del ascensorista solo se mantiene como una curiosidad en algunos edificios de lujo.

Ordenador humano: Antes de la era de las computadoras, los ordenadores humanos realizaban cálculos matemáticos complejos. Este trabajo era notablemente inclusivo para su época y fue popularizado por figuras como Katherine Johnson, cuya historia se cuenta en el libro y película Figuras Ocultas.

Operador de linotipia: Utilizadas para la composición tipográfica desde el siglo XIX hasta la década de 1980, las máquinas de linotipia fueron reemplazadas por tecnología informática. Los operadores de linotipia trabajaban en entornos extremadamente ruidosos, por lo que, en medios de comunicación como el New York Times, le daban prelación para este trabajo a personas con problemas auditivos.

Aldabonero (o despertador humano): Antes de los despertadores accesibles, los aldaboneros despertaban a los trabajadores golpeando las puertas con un palo. Este trabajo desapareció en la década de 1950, cuando los despertadores se hicieron más confiables.

Mecanógrafo: En el siglo XX, las mecanógrafas eran responsables de escribir y editar documentos. Con la llegada de computadoras y fotocopiadoras en las décadas de 1980 y 1990, esta ocupación se volvió obsoleta en los países occidentales.

Lector de fábrica: En el siglo XIX, las fábricas de puros en Cuba y luego en Estados Unidos empleaban lectores para entretener a los trabajadores con lecturas mientras enrollaban puros. Esta práctica se prohibió en 1931 en EE.UU. debido a preocupaciones sobre la difusión de ideas subversivas.

Recolector de suelo nocturno: En ese mismo siglo, antes de la expansión de los sistemas de alcantarillado, los recolectores nocturnos retiraban desechos humanos de las letrinas. Aunque esta ocupación era común en América, Europa y Australia, hoy en día persiste en algunos países, como India y Japón.

Desmontador: El trabajo infantil en fábricas textiles incluyó a los desmontadores, jóvenes encargados de manipular bobinas en las hilanderías. Esta práctica se prohibió en 1933, cuando se reguló el trabajo infantil.

Cazarratas: Los cazadores de ratas empleaban diversos métodos, desde animales hasta trampas, para controlar las plagas. A menudo se les acusaba de aumentar artificialmente la población de ratas para asegurar su empleo. Hoy en día, el control de plagas es manejado por técnicos especializados.

Farolero: A finales del siglo XIX, los faroleros encendían las lámparas de gas en las ciudades. Con la llegada de la electricidad, esta función se volvió obsoleta, aunque algunas ciudades como Londres conservan un pequeño número de lámparas de gas.

Fogonero: Encargado de mantener el fuego en las calderas de trenes, barcos y aserraderos, el fogonero realizaba un trabajo físicamente exigente. La electrificación y la tecnología moderna hicieron desaparecer esta ocupación en el siglo XX.

Operador de telégrafos: El telégrafo permitió la comunicación rápida a larga distancia desde 1830, pero se reemplazó por el teléfono en el siglo XX. Los operadores de telégrafos, expertos en el código Morse, vieron su trabajo sustituido por nuevas tecnologías.

Tomado de: https://sooypro.com/tendencias/trabajos-desaparecieron-avance-tecnologia/#utm_source=Referral&utm_medium=Elcolombiano&utm_campaign=Home