En nuestra labor diaria, los sellos de seguridad son aliados esenciales. Aseguran que la carga llegue completa, intacta y protegida, cumpliendo su función dentro de cada proceso logístico. Sin embargo, una vez cortados o retirados, muchos de estos sellos (fabricados en plástico o metal) terminan en el suelo, en las bodegas o, peor aún, mezclados con otros desechos que no se aprovechan.

Los sellos de seguridad, aunque pequeños, están elaborados con materiales que tardan años en degradarse. Cuando se desechan de forma incorrecta, pueden generar contaminación visual, obstruir espacios de trabajo y contribuir al deterioro ambiental.

La necesidad de reducir el impacto ambiental que generan estos residuos es grande, por lo que promover una cultura cooperativa más comprometida con el entorno es de vital importancia. Cada sello reciclado representa un paso hacia una logística más limpia, más segura y alineada con los valores de sostenibilidad que guían a nuestra cooperativa.

Al reciclarlos adecuadamente, no solo reducimos residuos, sino que también damos valor a los materiales reutilizables y contribuimos a los programas internos de economía circular.