Es crucial que volvamos a lo esencial y fomentemos una comprensión más profunda y auténtica de lo que realmente significan el propósito y la misión en nuestras vidas.

Propósito

El propósito es el "por qué" fundamental de nuestra existencia. Es esa fuerza interna y profunda que nos impulsa a ser quienes somos y a hacer lo que hacemos. A diferencia de un logro específico o una meta externa, el propósito es una guía interna que da significado y dirección a nuestras vidas. Como una brújula, orienta nuestras decisiones y acciones a lo largo del tiempo, ayudándonos a navegar los altibajos de la vida con un sentido más profundo.

• Atemporal y constante.

• Intrínseco y personal.

• No medible en términos concretos.

Misión

La misión se refiere al "qué" y el "cómo" específicos de vivir alineados con nuestro propósito. Es la manifestación concreta de ese "por qué" en acciones y metas tangibles. Si el propósito es nuestra brújula interna, la misión es el mapa de ruta que detalla los pasos que necesitamos dar para vivir de acuerdo con ese propósito.

• Tangible y orientada a la acción.

• Flexible y adaptable.

• Dirigida hacia el impacto.

Proyectos de vida

Los proyectos de vida son las expresiones tangibles de nuestra misión. Representan los pasos concretos y las acciones que tomamos para vivir alineados con nuestro propósito y cumplir con nuestra misión. Son la aplicación práctica de nuestra misión en diferentes contextos y etapas de nuestras vidas.

• Variables y dinámicos.

• Diversos y multifacéticos.

• Concretos y específicos.

Visión

La visión es una imagen del futuro que queremos crear como resultado de vivir nuestro propósito y misión. Es el impacto ideal que esperamos tener en el mundo o en nuestra comunidad. La visión nos guía hacia lo que deseamos lograr a largo plazo, proporcionando una fuente constante de inspiración y motivación.

• Inspiradora y motivadora.

• Enfocada en el resultado y el cambio deseado.

• Una guía para la estrategia.

Reflexión sobre la confusión del propósito y la misión

En estos tiempos, los términos propósito y misión se han confundido y, en muchos casos, desvirtuado en los discursos sobre desarrollo personal y profesional. Esta confusión se origina por varias razones:

• Banalización del Propósito.

• Confusión entre Propósito y Metas.

• Reducción de la Misión a Tareas Operativas.

• Pérdida del Significado Profundo.

Para contrarrestar esta confusión, es crucial que volvamos a lo esencial y fomentemos una comprensión más profunda y auténtica de lo que realmente significan el propósito y la misión. Esto requiere una reflexión continua, un vulnerable autoconocimiento y un compromiso genuino para vivir de acuerdo con nuestros valores y deseos trascendentales. Debemos recordar que tanto el propósito como la misión son guías internas que nos ayudan a navegar la complejidad de nuestras vidas con sentido y dirección. Mantengámonos inspirados para lograr un mejor y más brillante mañana.

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Colaboración:

Diana Carrillo

Bienestar y Formación