miércoles, 11 de septiembre de 2024
Prevención del suicidio, ¿qué pueden hacer los padres?
A medida que los niños crecen y se vuelven más independientes, puede resultar más difícil para los padres saber lo que piensan y sienten.
Conozca los factores que pueden aumentar el riesgo de suicidio de su hijo y explore estas 12 sugerencias a continuación.
1. Si ve señales de que la salud mental de su hijo está en riesgo, infórmese
Quizás su hijo simplemente esté teniendo un mal día. Sin embargo, cuando los signos de problemas de salud mental duran semanas, no asuma que es solo un estado de ánimo pasajero.
Tenga en cuenta lo siguiente:
Los adolescentes a los que no se les ha diagnosticado ninguna afección de salud mental aún podrían estar en riesgo. En parte, esto se debe a que puede resultar difícil identificar problemas de salud mental a edades tempranas.
En ocasiones, los adolescentes que intentan suicidarse no tienen problemas de salud mental subyacentes. Sin embargo, podrían dar señales de que están considerando poner fin a sus propias vidas.
Su objetivo debe ser permanecer calmado, alerta y listo para hablar con su hijo adolescente. No espere a que acuda a usted. Podría empezar diciendo: "Pareces triste. Estoy abierto a hablar sobre esto porque te amo y me importa lo que te pasa".
2. Escuche, incluso cuando su hijo no esté hablando
No se sorprenda si su hijo adolescente se aleja cuando usted plantea por primera vez el tema de la salud mental o el suicidio. Tenga en cuenta que, incluso si su hijo guarda silencio al principio, las acciones pueden hablar incluso más que las palabras.
Esté atento a cambios importantes en los patrones de sueño, el apetito y las actividades sociales de su hijo. El autoaislamiento, especialmente para los niños que normalmente disfrutan salir con amigos o participar en actividades, puede indicar serias dificultades.
Si su hijo tiene más dificultades de lo habitual con las tareas escolares, los quehaceres domésticos y otras responsabilidades, estas son señales adicionales que no debe ignorar.
3. Tenga en cuenta que su hijo podría estar enfrentando riesgos de suicidio que usted aún no ha considerado
Muchos padres se preguntan: ¿Podría mi hijo realmente estar en riesgo de suicidio? Por desgracia, la respuesta es sí. Cada año se suicidan jóvenes de todas las razas, etnias, identidades de género, orientaciones sexuales, niveles de ingresos y orígenes comunitarios.
Aquí hay algunos factores de riesgo de suicidio que debe tener en cuenta:
Pérdida de un ser querido por muerte, divorcio, comisión, deportación o encarcelación.
Acoso (en persona o en línea).
Discriminación, rechazo u hostilidad por identidad de género u orientación sexual.
Racismo, discriminación y desigualdades y factores estresantes relacionados.
Estigma (la creencia de que está mal o es vergonzoso hablar sobre salud mental o suicidio).
Ser testigo o sufrir violencia o abuso doméstico.
Inestabilidad económica que causa preocupación e inseguridad.
Suicidio en su escuela o grupo de amigos.
Comportamientos autodestructivos.
4. No descarte lo que está viendo como "drama adolescente"
Nunca asuma que su hijo está exagerando o jugando si dice o escribe: "Me quiero morir", "ya no me importa", "nada tiene sentido", "me pregunto cuántas personas asistirán a mi funeral", "a veces quisiera poder irme a dormir y no despertarme nunca", "todos estarían mejor sin mí" o "no tendrás que preocuparte por mí por mucho tiempo más"
Muchos adolescentes que intentan suicidarse se lo dirán a sus padres con antelación (aunque otros no lo hacen). Estas palabras indican una necesidad urgente de ayuda.
No se arriesgue a estar equivocado sobre esto. Tome en serio cada afirmación sobre el suicidio.
5. Responda con empatía y comprensión
Cuando su hijo habla o escribe sobre el suicidio, es posible que usted se sienta conmocionado, herido o enojado. Quizás incluso quiera negar lo que está viendo o discutir con su hijo. Estos sentimientos son naturales y válidos. Pero es esencial centrarse ante todo en las necesidades de su hijo.
Su objetivo es crear un espacio seguro donde su hijo adolescente pueda confiar en que usted lo escuchará y expresará su preocupación, pero sin juzgarlo ni culparlo. En lugar de reaccionar de esta manera: "Es ridículo que digas eso", "tienes una vida maravillosa, ¿por qué quieres terminar con ella?", "no lo dices en serio" o "¡No puedo creer lo que estás diciendo!"
Controle sus propios sentimientos para poder responder con empatía: "Lamento que te sientas así. ¿Puedes contarme un poco más?", "parece que estás sufriendo un dolor tremendo y no ves una salida", "tal vez te estés preguntando cómo la vida se volvió tan complicada y difícil", "en este momento, no estás seguro de las respuestas a los problemas que enfrentas" o "debes estar realmente dolido por dentro para considerar ponerle fin a tu vida"
6. Obtenga ayuda de inmediato
El riesgo de la conducta suicida es complejo y no es lineal. Ciertamente, si le preocupa la depresión, la autolesión o las referencias vagas a pensamientos suicidas, busque atención de su proveedor de atención primaria lo antes posible. Puede considerar comunicarse con un terapeuta escolar, un proveedor de salud mental local o incluso una línea directa nacional de suicidio para obtener orientación.
Los proveedores de atención médica pueden ayudarlo a usted y a su hijo adolescente a crear un plan de seguridad que cubra: Señales de advertencia o desencadenantes que su hijo adolescente cree que lo llevarán a pensamientos suicidas, posibles pasos para ayudarlos a sobrellevar la situación cuando se sienten desencadenados, fuentes de apoyo: familiares, amigos, profesores, mentores y otros y contactos de emergencia y pasos a seguir si las cosas empeoran.
7. Retire medios letales que pongan en riesgo al adolescente
Los medicamentos recetados y de venta libre pueden representar peligros durante una crisis suicida.
Mantenga los medicamentos bajo llave y, siempre que sea posible, reduzca el volumen de medicamentos disponibles. También considere comprar medicamentos de venta libre en blísteres en lugar de frascos. Esto puede ayudar a ralentizar el acceso a las pastillas.
El ahorcamiento o la asfixia son otras de las principales formas en que los adolescentes mueren por suicidio. Aunque es un desafío eliminar por completo esta posibilidad, asegure las cuerdas, cinturones, cordones o bolsas de plástico para que los adolescentes no tengan acceso.
Otras herramientas y sustancias potencialmente letales que debería considerar guardar bajo llave incluyen: Alcohol, drogas ilícitas, limpiadores domésticos y otros productos venenosos, productos enlatados para espolvorear, inhaladores, anticongelantes y armas.
8. Cuando su hijo comience el tratamiento, concéntrese en crear esperanza
El equipo de atención de su hijo probablemente recomendará una combinación de medidas para reducir los síntomas de salud mental y los pensamientos suicidas. Los medicamentos, la psicoterapia y las técnicas para reducir el estrés, como el yoga, la meditación o llevar un diario personal, pueden ser parte del plan.
Proporcione tranquilidad realista a su hijo a lo largo del camino. Recuérdele a él (y a usted mismo) que los tiempos difíciles no duran para siempre. Las personas se sienten mejor cuando reciben tratamiento y apoyo eficaces.
Si su hijo expresa sentimientos de estigma o vergüenza, puede recordarle que 1 de cada 5 personas tiene síntomas de salud mental en algún momento de su vida. La salud mental es parte de la salud total y buscar ayuda es una señal de respeto por uno mismo y madurez.
9. Anímelo a ver a familiares y amigos y esté atento a las redes sociales
Es posible que su hijo se sienta reacio a pasar tiempo con otras personas. Sin embargo, puede explicarle que el apoyo social, cuando esté preparado, puede ayudarlo a sentirse mejor.
Aunque al principio podría necesitar más tiempo de tranquilidad, será útil alentarlo de a poco para que pase el rato con familiares, amigos y vecinos. Evite luchas de poder en torno a eventos o invitaciones específicas, ya que su objetivo es respetar las necesidades de su hijo y minimizar el estrés.
Las redes sociales podrían ser la forma principal en que algunos adolescentes interactúan con sus amigos. Puede ser un punto de conexión y apoyo, pero al mismo tiempo, las redes sociales pueden ser una fuente de acoso y desencadenantes. Fomente un diálogo abierto sobre el uso de las redes sociales y pregunte cómo se siente su adolescente después de usar las redes sociales. Considere realizar un Plan de consumo de pantallas para la familia.
10. Fomentar el sueño y el ejercicio
Los cambios en el sueño pueden ser señales de advertencia antes de pensamientos suicidas. Además, el sueño es importante para la salud mental básica. Fomente hábitos de sueño saludables.
La actividad física alivia los síntomas de salud mental y respalda el plan de bienestar de su hijo. Ya sea salir al aire libre para realizar una caminata diaria, hacer ejercicio en el gimnasio, una clase de ejercicios en línea o cualquier otra cosa, el ejercicio:
11. Fomente el equilibrio, la moderación y el autocuidado
Los adolescentes en crisis necesitan ser buenos consigo mismos. Esto significa adoptar un ritmo realista y evitar experiencias que puedan resultar abrumadoras.
Asegúrele a su hijo adolescente que el cuidado personal nunca es un signo de debilidad. Todo lo que hacemos en la vida se ve afectado por nuestra salud. Por eso, darnos tiempo para sanar es fundamental. Las tareas grandes se pueden dividir en otras más pequeñas y manejables y, gradualmente, a medida que la confianza y la fuerza de su hijo crezcan, se sentirá listo para asumir más.
12. Recuérdense unos a otros que esto llevará tiempo
Usted y su hijo se beneficiarán al saber que el progreso llegará a su propio ritmo. Podría haber contratiempos; también son parte del proceso.
Anime a su hijo a ser paciente y perdonarse a sí mismo. Ha pasado por muchas cosas, pero con la atención y el apoyo adecuados, ambos verán una mejora.
Tomado de: https://www.healthychildren.org/Spanish/health-issues/conditions/emotional-problems/Paginas/ten-things-parents-can-do-to-prevent-suicide.aspx
Colaboración:
Diana Carrillo
Bienestar y Formación