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jueves, 25 de septiembre de 2025

¿Por qué hablar de cambio climático en ISO 9001?


La norma ISO 9001:2015 fue actualizada recientemente para incluir consideraciones sobre el cambio climático como parte de los factores externos que pueden afectar la capacidad de una organización para lograr los resultados previstos de su sistema de gestión de calidad. Esto no significa que la norma se convierta en un sistema ambiental, sino que reconoce que el cambio climático puede influir en la calidad de los productos, los procesos y la satisfacción del cliente.


En el sector agroindustrial, donde los procesos dependen de condiciones climáticas, recursos naturales y ciclos agrícolas, esta integración es especialmente relevante.


¿Cómo implementar estas enmiendas?


1. Comprensión del contexto organizacional

La organización debe identificar cómo el cambio climático puede afectar sus operaciones. Ejemplos en agroindustria incluyen:

  • Variabilidad en la disponibilidad de materias primas (por sequías o lluvias extremas).

  • Cambios en la calidad de los insumos agrícolas.

  • Afectación en la logística por eventos climáticos extremos.

Estrategia: realizar un análisis PESTEL (Político, Económico, Social, Tecnológico, Ambiental y Legal) incluyendo el cambio climático como factor ambiental.


2. Gestión de riesgos y oportunidades

El cambio climático debe considerarse en el análisis de riesgos del sistema de gestión de calidad. Esto implica:

  • Identificar riesgos climáticos que puedan afectar la calidad del producto.

  • Evaluar oportunidades para mejorar procesos ante estos desafíos (por ejemplo, diversificación de proveedores o tecnologías de adaptación).

Estrategia: incorporar el cambio climático en la matriz de riesgos.


3. Planificación estratégica

La planificación del sistema de gestión debe incluir acciones para mitigar o adaptarse a los efectos del cambio climático. Esto puede reflejarse en:

  • Objetivos de calidad relacionados con la resiliencia operativa.

  • Indicadores que midan el impacto climático en la producción.

Estrategia: establecer metas como “reducir la afectación por eventos climáticos en la cadena de suministro en un porcentaje determinado en un periodo de tiempo.


4. Competencia y sensibilización

Es fundamental que todos los niveles de la organización comprendan cómo el cambio climático puede influir en la calidad. Esto se logra mediante:

  • Capacitación técnica sobre riesgos climáticos.

  • Talleres de sensibilización para el personal operativo y administrativo.

Estrategia: Diseñar programas de formación diferenciados según el nivel educativo y rol dentro de la empresa.


5. Control de procesos y mejora continua

Los procesos deben adaptarse para ser más resilientes. Esto incluye:

  • Monitoreo de variables ambientales que afecten la producción.

  • Ajustes en los controles de calidad ante cambios en las condiciones externas.

Estrategia: implementar sensores para monitorear condiciones ambientales críticas y ajustar parámetros de producción en tiempo real.


Conclusión

La integración del cambio climático en el sistema de gestión de calidad no es solo una exigencia normativa, sino una oportunidad para fortalecer la sostenibilidad y competitividad de las organizaciones. Con un enfoque técnico, estratégico y adaptado a todos los niveles de la organización, es posible transformar este reto global en una ventaja operativa.


Colaboración:

Luisa F. Gutiérrez D.

SGI

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