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lunes, 13 de enero de 2025

Claves para gestionar la energía vital y mejorar el desempeño

¿Se ha usted planteado alguna vez por qué hay días en que tiene una energía enorme y otros, en cambio, anda como casi arrastrándose por la vida? Acostumbramos a creer que cuando nos sentimos sin pilas, es porque no hemos realizado una adecuada gestión del tiempo y, en parte, es cierto.

 

Cuando hablamos de energía vital, ¿a qué nos estamos refiriendo?

El ser humano ha de procurar regular su energía para gestionar mejor el tiempo y rendir más, ya que está sobradamente comprobado que, cuando realizamos cualquier actividad a pleno rendimiento y en condiciones vitales óptimas, la calidad de resultado es excelente.

 

Pero ¿cuál es, entonces, la causa del desgaste energético?

La principal es el llamado agotamiento emocional. La sintomatología suele ser un enorme cansancio mental y una gran fatiga física, que solemos describir como «no puedo con mi cuerpo, ni con mi alma», y así es literalmente.

 

¿Qué nos drena la energía?

 

1. La prisa

Vivimos, pese a estar exhaustos, corriendo hacia adelante porque, además, hemos aprendido a autoexplotarnos: «siempre se puede más».

 

2. La pronto manía

Vivimos de sobresalto en sobresalto, expuestos a un exceso de estímulos que requieren atención.

 

3. La lucha por el control

Necesitamos trabajar la aceptación de la vida tal cual es, pues resistirnos a ella, luchar contra las situaciones que no se pueden cambiar, implica un esfuerzo adicional y consume una gran cantidad de energía.

 

4. El desorden

El desorden lanza un mensaje de confusión interna, falta de estructuración y falta de definición. Por eso es importante siempre comenzar por trabajar nuestro orden de espíritu teniendo una jerarquía de valores y prioridades y luego establecer acciones a medida que mejora nuestra armonía en la vida.

 

5. Las expectativas

Las expectativas definen «cómo debería ser nuestra vida» y están basadas en creencias personales sobre los sucesos que pueden ocurrir o no. Nunca se cumplen como esperábamos, lo cual nos lleva a la frustración, el desengaño y la desilusión.

 

6. La ayuda no requerida

Ayudar a quien no quiere ser ayudado es como regalar gafas a quien no quiere ver. Simplemente, no las usará. Es probable que ni siquiera valore nuestra ayuda y el esfuerzo o tiempo que hemos invertido e incluso puede llegar a molestarse considerando nuestros gestos como una intromisión en su intimidad.

 

7. Las personas tóxicas

Estas personas no solo lesionan a los demás emocionalmente, también son una amenaza para la salud. Cada cual tiene el poder de elegir quién quiere que entre o salga de su vida.

 

8. Los hábitos insanos

No dormir lo suficiente; alimentarnos a base de azúcar refinada, grasas hidrogenadas y trans o productos procesados; consumir alcohol; el sedentarismo, el aburrimiento…

 

¿Qué nos recarga la energía?

 

1. Mis 20 minutos

Se trata de un tiempo de reconectar con nuestra propia esencia en el silencio con ánimo de relajarnos, meditar y mirarnos por dentro.

 

2. Hablarse lindo

Cuando sólo escuchamos una voz crítica, implacable y devastadora —que nos paraliza y nos vuelve incompetentes, hemos de comenzar a decirnos palabras generosas, de cariño, de afecto y de gratitud.

 

3. Botar la basura emocional

Una buena fórmula es anotar en un papel las cosas que ocupan un lugar y ya no tienen razón de estar ahí.

 

4. Tener salvavidas

Poner esfuerzo en las cosas que más nos importan nos ayuda a usar y reservar la energía en maneras que nos dan satisfacción.

 

5. Respirar

La respiración tiene un efecto increíble como calmante o agente liberador de la tensión.

 

6. Un NO a tiempo

Si anteponemos los deseos de los demás siempre antes que los nuestros, no podremos gestionar nuestros asuntos, lo cual nos llevará a una vida insatisfecha, en la que no tendremos espacio para nosotros mismos.

 

7. Dividir el propósito en metas cortas

Al establecer metas más cortas en tiempo, por ejemplo, 3 a 4 horas, el enfoque cambia, y se obtienen resultados más inmediatos.

 

8. Trabajar en el estado de flujo: 20 + 32 + 17

Para iniciar o retomar cualquier actividad hemos de comprometernos a hacerla durante 20 minutos. Cuando entremos en estado de flujo, estaremos a tope de productividad, y lo hemos de aprovechar 32 minutos más. Al acabar el ciclo de trabajo anterior, hemos de descansar por alrededor de 17 minutos.

 

9. Tener socios vitales

Son la luz al final del túnel, el apoyo durante el camino y el hombro en el que depositar nuestras lágrimas o penas. Seleccionemos bien nuestros socios vitales.

 

10. Buscar la excelencia, no la perfección

El perfeccionismo es una forma de sufrimiento que nos aboca a valorarnos solo por lo que logramos. La excelencia, en cambio, parte de una buena autoestima y de un sentimiento de superación constante. La perfección no es la búsqueda de la excelencia, es la búsqueda de lo inalcanzable.

 

Puedes encontrar el resto de contenido del artículo en el siguiente link: https://intelectumbc.com/claves-para-gestionar-la-energia-vital-y-mejorar-el-desempeno/

 

Colaboración:

Diana Carrillo

Bienestar y Formación

Califícanos

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